Sánchez trata de encajar el escándalo Ábalos seguro de que está perimetrado y no habrá nuevas ramificaciones

Los socialistas dan por bueno, incluso por “medido y prudente”, el demoledor informe de la UCO y reconocen que llega en el peor momento para el presidente: con la mayoría parlamentaria resquebrajada y sin que la Audiencia Provincial haya dado carpetazo a la investigación de Peinado a Begoña Gómez

La UCO detecta contraprestaciones a Ábalos por parte del empresario que se llevaba los contratos del Ministerio

No era un ministro cualquiera ni un socialista cualquiera. José Luis Ábalos lo fue todo en el PSOE. Y lo fue todo para Pedro Sánchez. Una pieza imprescindible para que el hoy presidente de Gobierno recuperase el liderato del partido, tras aquél fatídico 1 de octubre de 2016 en el que una operación orgánica orquestada por la dirigencia le obligara a dimitir como secretario general. Después de aquello le puso al frente de la Secretaría de Organización del partido y, más tarde, le nombró también ministro de Fomento.

Fue Ábalos el encargado de defender desde la tribuna del Congreso de los Diputados llegó al Gobierno, tras una sentencia de la Audiencia Nacional que condenó al PP por lucrarse de la trama Gürtel y acreditar una caja B. Y dijo en aquella intervención: “Los españoles no podemos tolerar la corrupción y la indecencia como si fuera algo normal, no podemos normalizar la corrupción” porque “hoy debatimos la decencia de nuestra democracia”.

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