La comisión gestora gobernará el proceso para elegir un líder que tendrá a su vez que convocar inmediatamente elecciones a la Asamblea y a presidente de nuevo. El proceso se alarga y daría más posibilidades a Rocha de volver a presentarse
La Federación de Fútbol (RFEF) ha optado por convocar elecciones a presidente primero –y no directamente a la Asamblea– para sustituir a Pedro Rocha, que quedó oficialmente inhabilitado por dos años el pasado jueves y ha abandonado el cargo después de que el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) fallara en junio que se extralimitó en sus decisiones mientras fue presidente de la gestora que sustituyó a Luis Rubiales.
En una reunión de la Junta Directiva, celebrada en la sede de la RFEF en Las Rozas este viernes por la tarde, se ha decidido estirar los plazos y que se convoque primero elecciones a presidente –como dicen los Estatutos de la RFEF cuando queda vacante la presidencia, lo que ha sucedido con la salida de Rocha– en lugar convocar directamente las elecciones a la Asamblea pendientes, como avalaba un nuevo decreto aprobado por el gobierno en enero, lo que aceleraba la renovación de la RFEF y la posibilidad de candidatos externos.
Las elecciones a la Asamblea estaba previsto que se convocaran el próximo día 10, algo que se ha convertido en imposible tras la suspensión de Rocha, pero deben celebrarse en cualquier caso en 2024. Esa nueva Asamblea debe elegir la presidencia de la RFEF para los próximos cuatro años.
Fuentes de la Federación ya señalaron a elDiario.es tras la salida de Rocha este jueves –apartado justamente por no convocar elecciones y tomar decisiones fuera de su capacidad como presidente de la gestora– que tenían que ser cautos y que el precedente pesaba, de manera que lo “lógico” era ser muy escrupuloso para evitar nuevas alegaciones y convocar primero las presidenciales, lo que estira el chicle electoral porque suma un presidente intermedio, algo que algunos presidentes autonómicos veían evitable para dar más agilidad a los cambios pendientes en la Federación.
Con la decisión que se ha tomado este viernes será la actual Asamblea (heredera de la época Rubiales, donde hay 134 hombres y 6 mujeres y que avaló a un Rocha recién imputado en un caso de corrupción) la que elegirá esa presidencia intermedia que iniciará el proceso electoral completo. Por eso se prevé que será un candidato oficial quien podrá reunir los avales y será proclamado con unos asambleístas afines, entre los que se encuentran los presidentes territoriales. A partir de ahí, esa persona gobernará la Federación hacia una renovación, aunque tener el mando de los plazos y las convocatorias es clave.
La decisión, que opta por observar los Estatutos de la RFEF por encima de la orden del Gobierno que es más laxa, beneficia además a Rocha, ya que retrasa el proceso electoral definitivo, el que elige por cuatro años a su líder, y le da tiempo a recurrir incluso a pedir otra cautelar para intentar presentarse. El lunes se constituirá la comisión gestora que validará esta decisión y dirigirá estas primeras elecciones presidenciales.