Alfredo Pulgar, jefe de Informática de la AEAT en Castilla y León hasta 2016, vulneró la normativa de incompatibilidades con una empresa de áridos en Palencia con la que acabó condenado por estafa
Una condena en firme por estafa o una sanción de casi 20.000 euros de la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT), el organismo en el que era directivo, por defraudar en el IRPF de 2012 a 2014 con ingresos de miles de euros en metálico que recibían sus empresas.
Es el historial de Alfredo Pulgar, que hasta 2016 fue jefe regional de Informática de la AEAT en Castilla y León y para el que la Audiencia Nacional ha confirmado ahora una suspensión de empleo y sueldo de un año por vulnerar la normativa de incompatibilidades de los empleados públicos.
En otro capítulo de un litigio que dura años, la Sala de lo Contencioso de la Audiencia ha desestimado el recurso de apelación que este funcionario público presentó en 2021 contra una sentencia previa que confirmó la sanción impuesta en 2020 contra él por el director de la AEAT por una falta disciplinaria “grave”.