El Ayuntamiento, que se reunirá el jueves con el Gobierno, condiciona servicios municipales como los de limpieza y transporte a la escolta de Policía Nacional, mientras los vecinos reclaman medidas «antes de que haya una guerra» y otras voces insisten en no abandonar el trabajo social en la barriada
Los tiroteos con armamento pesado en la barriada de las Tres Mil Viviendas fuerzan una reunión entre el Gobierno y el alcalde
Hace ahora poco más de 11 años, en agosto de 2013, la pequeña Encarni perdía la vida a sus 7 años tras recibir el impacto de una bala perdida en el enfrentamiento a tiros entre dos clanes de traficantes de droga. Aquello ocurrió en las Tres Mil Viviendas de Sevilla, el mismo escenario en el que este fin de semana se producía un tiroteo en el que se usaron armas de guerra como muestra de que se ha subido un escalón más en el nivel de violencia y en la sensación de impunidad. El estupor social que han provocado los vídeos que han circulado ha propiciado un enorme despliegue policial en la zona y llamadas a un entendimiento político que se antoja difícil, mientras los vecinos claman contra el olvido de unas administraciones que parecen ausentes de un barrio que pese a todos los esfuerzos sociales sólo sale en las páginas de sucesos.
Las Tres Mil Viviendas (su nombre en realidad es la barriada de Murillo) es la parte más castigada del Polígono Sur de Sevilla y también la zona que . Tras el empleo de armamento pesado en la refriega, el vecindario está atemorizado, hay puntos en los que los operarios municipales de limpieza y transporte sólo entran si es con escolta de la Policía Nacional y hasta el el ha solicitado que los agentes cuenten con el apoyo de vehículos blindados ante el nivel de violencia exhibido.