El presidente del Gobierno abre la puerta a más autogobierno fiscal para otras Comunidades entre las críticas de varios líderes territoriales al pacto alcanzado en Catalunya y confirma que optará a la reelección como secretario general de los socialistas
Sánchez promete una agenda de reformas progresistas y prepara más cambios en su equipo
Pedro Sánchez pide el respaldo de su partido para profundizar en un modelo federal que otorgue más capacidad de autogobierno al conjunto de Comunidades Autónomas. En mitad de un intenso debate interno sobre la repercusión del pacto fiscal alcanzado en Catalunya y de las críticas de varios líderes territoriales, el presidente del Gobierno ha asegurado durante el Comité Federal de su partido que la reforma del modelo de financiación que su Ejecutivo llevará a cabo será beneficiosa para el conjunto de territorios porque servirá para ahondar en las políticas públicas que defienden los socialistas.
“El verdadero debate no es entre territorios sino entre modelos: el que ve en los servicios públicos derechos o quienes ven mercancías. Y nosotros siempre defenderemos que la sanidad y la educación, la dependencia y las pensiones, son derechos con los que nunca mercadear”, ha dicho.
Críticas a la “singularidad fiscal” de Catalunya
Por primera vez en mucho tiempo el Comité Federal del PSOE se ha convertido en un foro de intensa discusión interna y las voces críticas han trascendido a las habituales de los dirigentes socialistas de Castilla-La Mancha y Aragón. A las puertas de la calle Ferraz a su llegada al cónclave, varios líderes territoriales se han mostrado críticos con la reforma del sistema de financiación pactada con Esquerra a cambio de la investidura de Salvador Illa como president de la Generalitat.
Las más duras han sido las de Emiliano García-Page. “Vengo con una enorme preocupación por el país y por los valores fundacionales de la izquierda y de la socialdemocracia. La propuesta que he leído, que es de Esquerra, es más egoísta que socialista. Es incomprensible e indefendible”, ha clamado a su llegada al Comité.
Un PSOE a la expectativa
El Comité Federal de este sábado ha llegado envuelto en un ambiente de cierta inquietud entre las filas socialistas. A la incomodidad de muchas federaciones por la falta de información respecto al pacto fiscal con Catalunya se han sumado en la última semana el golpe de timón de Pedro Sánchez en su equipo más cercano de la Moncloa y la convocatoria de un congreso que abre la puerta a cambios muy relevantes tanto en la dirección del partido como en los aparatos autonómicos.
Desde la firma del acuerdo de investidura de Salvador Illa entre el PSC y ERC, se han sucedido durante todo el verano las voces críticas con la hipótesis de privilegiar la financiación de Catalunya respecto al resto de Comunidades. Y aunque otras voces han optado por esquivar el rechazo explícito en público, el malestar con la forma y el fondo de lo comprometido con Esquerra es bastante generalizado entre el conjunto de direcciones socialistas en los territorios.
Consciente de ello, Sánchez intenta hacer un llamamiento a la unidad de su partido y se esfuerza por trasladar un mensaje de confianza en torno a la reforma del sistema de financiación que se va a abordar. El compromiso que traslada el presidente es que esa reforma será buena para todas las Comunidades Autónomas y que el fondo de compensación que garantiza la solidaridad interterritorial tendrá más recursos que nunca para paliar la desigualdad entre unas regiones y otras. Una promesa que, sin embargo, no tranquiliza por el momento a los dirigentes de las federaciones socialistas, que demandan más detalles para poder hacer pedagogía en sus respectivos territorios.
Y además está el baile de sillas en Moncloa y en Ferraz. Esta semana se ha consumado la salida del Ejecutivo de José Luis Escrivá para ser gobernador del Banco de España. Desde el equipo del presidente se traslada la idea de que la entrada de Óscar López al Consejo de Ministros supone dotar de “pulso político del partido” al Gobierno. Sin embargo, su sustituto en la dirección de Gabinete del Presidente, el hasta ahora secretario general de Políticas Públicas, Diego Rubio, ha cogido por sorpresa a muchos cargos del partido, que confiesan estar ahora a la expectativa de los cambios que pueda introducir en el equipo más cercano al presidente alguien que no tiene vinculación alguna con el aparato de Ferraz.
Esta semana se ha hecho oficial, por otra parte, la convocatoria del Congreso Federal que tendrá lugar a finales de noviembre en Sevilla. En el partido asumen ese Congreso implicará cambios de calado en la dirección del partido y abrirá la puerta a que se reproduzcan también renovaciones de mucho peso en los posteriores congresos autonómicos.
Desde la Moncloa, por su parte, se intenta trasladar un mensaje de Gobierno en activo frente a una oposición perdida. “Esta semana se ha visto que el curso ha empezado con el Gobierno poniéndose las pilas y con el PP igual que se fue de vacaciones: sin rumbo ni proyecto”, apuntan desde el equipo del presidente, donde ponen en valor que esta semana se haya materializado el hito de la renovación del Poder Judicial y que el presidente haya lanzado un mensaje nítido sobre la continuidad de la legislatura.