Juan Francisco Pérez Llorca, también portavoz de los populares en las Corts Valencianes, no declara ningún bien inmueble ante el Parlamento autonómico, pero reside en una vivienda propiedad de la familia fuera de ordenación en la que no podría haber realizado ninguna mejora ni añadir construcciones
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En la falda del imponente Puig Campana, el segundo pico valenciano más alto y paraje protegido en el término municipal de Finestrat, en la comarca de la Marina Baixa (Alicante). Allí se encuentra la vivienda donde vive el secretario general del PP de la Comunitat Valenciana, síndic de los conservadores en el Parlamento autonómico y alcalde del municipio, Juan Francisco Pérez Llorca. En el conocido como Pla de la Vila y frente a la Font del Molí, la típica fuente donde paran los centenares de excursionistas que arrancan la subida a la mítica montaña. El domicilio, propiedad de la familia del político y que no ha declarado ante el Parlamento valenciano, está en una parcela rústica que tiene la catalogación municipal de no urbanizable, por lo que incumple la ley urbanística.
El inmueble tiene poco más de 800 metros cuadrados, consta en el catastro como una vivienda con un campo de cultivo de secano y una casa de aperos. En la actualidad, el campo adjunto a la casa ya no tiene plantados almendros o viña, como es habitual en la zona, sino que es una placa de hormigón con jardín y en ella se ha levantado un parking cubierto, una construcción para realizar barbacoas y comidas con numerosos comensales (conocido actualmente como cenador) y una piscina.
El alcalde de Finestrat y portavoz popular en las Corts Valencianes, Juan Francisco Pérez Llorca.
Estas construcciones, según el Ayuntamiento de Finestrat, estarían fuera de ordenación al encontrarse en “suelo no urbanizable común” y, por tanto, serían ilegales, según ha podido confirmar elDiario.es de fuentes expertas en urbanismo. Fuentes del área de Urbanismo del Ayuntamiento de Finestrat explican a este periódico que el cenador fue “dado de alta” en 2006 y la “reforma y ampliación” de la piscina lo fue en 2016, cuando Pérez Llorca ya era alcalde de la localidad donde gobierna con mayoría absoluta desde 2015, aunque ya fue concejal de Urbanismo desde 2007.
El caso del cenador es llamativo, ya que no es solo una construcción para cocinar, sino que dispone de un pequeño ‘riu-rau’ para dar sombra y está acristalado. El parking, alegan desde el departamento de Urbanismo del consistorio, “es algo habitual en las viviendas de la zona” y “nunca se pide licencia” para levantar la estructura.
La vivienda principal fue dada de alta en 1992 y era propiedad de la abuela de Juan Francisco Pérez Llorca. Es donde reside el ‘número dos’ del PP valenciano. La casa, que supera los 100 metros cuadrados de superficie, es anterior a 1987, dada de alta en 1992 y fue reformada en 2017, según fuentes del Ayuntamiento de Finestrat.
El inmueble principal se encuentra también fuera de ordenación, pero no debe ser demolido al haber pasado el tiempo preceptivo desde que fue construida ilegalmente y la última ley urbanística en vigor. El ayuntamiento sí que tendría que haber actuado contra la ampliación que se realizó hace siete años.
La piscina, el cenador acristalado y el parking, en amarillo, sobre un antiguo campo de secano. La parcela está catalogada no urbanizable.
Sobre la irregularidad de las construcciones en la parcela, fuentes del Ayuntamiento de Finestrat reconocen que la vivienda, la piscina, el cenador y el parking estarían fuera de ordenación, pero que no deberían demolerse porque se acogen al artículo 256 del texto refundido de la Ley de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Paisaje (LOTUP) de la Comunitat Valenciana. “Como no puedes actuar contra estas construcciones”, apuntan fuentes de Urbanismo del consistorio, “pueden regirse por el artículo 256 de la LOTUP”.
El citado artículo de la norma indica: “Con la finalidad de reducir el impacto negativo de estas construcciones y edificaciones, la administración actuante podrá ordenar la ejecución de las obras que resulten necesarias para no perturbar la seguridad, salubridad y el ornato o paisaje del entorno”. Es decir, conectarlas al alcantarillado para evitar pozos ciegos y otras actuaciones que pudieran dañar el medio, como ya se ha hecho.
Eso sí, el mismo artículo de la LOTUP también plantea que “el mero transcurso del plazo de quince años al que se refiere el artículo anterior no conllevará la legalización de las obras y construcciones ejecutadas sin cumplir con la legalidad urbanística y, en consecuencia, mientras persista la vulneración de la ordenación urbanística, no podrán llevarse a cabo obras de reforma, ampliación o consolidación de lo ilegalmente construido”.
Es decir, ni se podría haber ampliado la vivienda principal ni tampoco la piscina porque son posteriores al 20 de agosto de 2014, cuando entró la LOTUP en vigor. En definitiva, el ayuntamiento habría tolerado que las diferentes reformas, ampliaciones o construcciones de la vivienda, la piscina, el cenador o el parking se pudieran realizar sin actuar contra ellas.
En el caso de la piscina, en el catastro no aparece ninguna balsa pintada en el plano, por lo que su construcción inicial generaría dudas legales, ya que no existía una balsa de riego previa. El Ayuntamiento de Finestrat dio licencia para reformar y ampliar la piscina en 2016, con Pérez Llorca en la alcaldía. Todas estas construcciones hubieran sido posibles en una parcela de suelo rústico superior a 10.000 metros, pero no en una de 822 metros.
La explicación técnica de los problemas de la vivienda del ‘número dos’ del PP valenciano y mano derecha de Carlos Mazón, la dio a este diario el arquitecto jefe del departamento de Urbanismo del Ayuntamiento de Finestrat.
A preguntas de elDiario.es, el propio Pérez Llorca explica que las casas de la zona están consolidadas, “con calles asfaltadas”, y niega cualquier irregularidad porque las construcciones se realizaron cuando estaba vigente “una ley anterior”, por lo que serían legales y no habría “ningún problema”, así como tampoco habría que actuar contra ellas.
Además, añade, “todas las obras constan de licencia”. Respecto a la propiedad de la vivienda, el también síndic del PP en el Parlamento valenciano afirma que la propiedad es de la familia y que, por ese motivo, no tiene que declararla ante las Corts.
Vivienda de Juan Francisco Pérez Llorca, a la izquierda, con el Puig Campana de fondo.
Finestrat es un municipio que ha tenido muchos problemas urbanísticos fruto de su privilegiada situación, en una montaña con vistas al mar y al lado de la ciudad de Benidorm. De hecho, cuando el exconseller del PP Esteban González Pons intervino el urbanismo del municipio de Catral en 2006, Finestrat también estuvo en el punto de mira por las abundantes irregularidades urbanísticas y la explotación del territorio.
En la zona donde se encuentra la vivienda de Pérez Llorca hay otras viviendas construidas en suelo rústico antes de 1984 y 1985. La casa del alcalde es la última del Pla de la Vila y, más adelante, el visitante ya puede disfrutar de la pinada que conecta con el paraje del Puig Campana.
La localidad estuvo gobernada por el PSPV-PSOE hasta 2007, cuando el PP se hizo con la alcaldía. Pérez Llorca, mano derecha entre 2007 y 2015 del entonces alcalde, Honorato Algado, fue responsable de Urbanismo y Servicios Técnicos, la concejalía más importante en los años del ‘boom’ inmobiliario.
En 2015, el actual ‘número dos’ del PP valenciano se presentó como candidato y consiguió la mayoría absoluta, que revalidó en 2019. En los últimos comicios municipales, en 2023, la mano derecha de Carlos Mazón en el partido arrasó, obteniendo 11 de los 13 concejales.
Finestrat es un crisol, con vecinos de unas 70 nacionalidades que compraron sus viviendas en la zona, muchas de ellas en situación irregular. La mayor promesa de Pérez Llorca para esta legislatura es regularizar cerca de un centenar de viviendas que se construyeron en su día en terreno no urbanizable. Todo un regalo para los agraciados.