El presidente de Bolivia anuncia que llevarán a cabo «acciones orientadas a reestablecer el orden público» y asegura que están reteniendo como rehenes a militares y a sus familias
La Fiscalía boliviana anuncia una orden de detención contra Evo Morales por no presentarse a declarar en un caso de trata
El presidente de Bolivia, Luis Arce, ha afirmado que “grupos armados” afines al exmandatario Evo Morales (2006-2019) han tomado tres unidades militares en el Trópico de Cochabamba, el bastión sindical y político del también líder oficialista en el centro del país. Ha calificado este acto de “traición a la patria”.
“Denunciamos ante el pueblo boliviano y la comunidad internacional que grupos armados afines a Evo Morales han tomado por asalto tres unidades militares en el Trópico de Cochabamba, reteniendo como rehenes a militares y a sus familias, y amenazando sus vidas”, ha escrito Arce en la red social X. “Como gobierno democráticamente electo, en el marco de nuestras facultades constitucionales y con el apoyo del pueblo, continuaremos llevando adelante acciones orientadas a reestablecer el orden público precautelando la vida de las bolivianas y bolivianos, la paz social, así como el derecho del pueblo al libre tránsito, al trabajo, al acceso a combustible, alimentos y medicamentos”.
El expresidente Evo Morales se encuentra atrincherado en el Chapare, región que es su bastión político y sindical, mientras que sus seguidores conocidos como ‘evistas’ han bloqueado carreteras en el centro del país por 19 días, con el fin de defenderlo ante una posible orden de captura en su contra. La Fiscalía boliviana acusa a Morales de cometer delitos de trata de personas y estupro (violación de una persona mayor de 14 años y menor de 18) con una menor de edad con la que supuestamente tuvo un hijo. El expresidente mandó una carta este viernes a Luis Arce para decirle que si da la orden para intervenir los bloqueos con policías y militares cargará con “la responsabilidad de herir y dividir a Bolivia”.
Arce sostiene que la toma de una instalación militar “por grupos irregulares en cualquier lugar del mundo es un delito de traición a la Patria” y una “afrenta” a la Constitución, las Fuerzas Armadas y “al propio pueblo boliviano, que rechaza de manera contundente los bloqueos criminales de Evo Morales, así como estas acciones delincuenciales”.
Carta de Morales a Arce
Morales le dijo en la carta a Arce que “nadie hubiera imaginado que los últimos meses de su gestión serían tan oscuros y lamentables”, y lo comparó con Jeanine Áñez (2019-2020) por el uso de la violencia en su contra y por el golpe de Estado en 2019. “Su nombre quedará en la historia junto al de Áñez, como uno de los presidentes que empobreció al pueblo, debilitó al Estado y apuntó las armas contra su propio pueblo”, dijo.
Al final de la carta, Morales también acusó al presidente de conocer “quién dio la orden de disparar” contra él, en un ataque armado que denunció el expresidente el domingo, en el cual su chófer habría resultado herido y su camioneta habría recibido 14 balazos.
Los bloqueos ‘evistas’ en las carreteras del centro de Bolivia han afectado a las ciudades principales del país andino, ya que el combustible no llega a las distribuidoras y desde hace dos semanas se ven largas filas de hasta un kilómetro de conductores esperando a abastecerse de gasolina o diésel. Asimismo, varios productos de la canasta básica no llegan a las ciudades, aunque el Gobierno ha hecho puentes aéreos para distribuir comida en los mercados los ciudadanos denuncian la falta o encarecimiento de productos como el pollo y granos básicos.
Mientras tanto, en la región del Chapare la Policía ordenó retirar a todos sus agentes, debido a la violencia de los sectores ‘evistas’, que entraron a una instalación militar para extraer varias camionetas para prenderles fuego, alegando que eran los vehículos usados por los “sicarios” que intentaron matar a Morales.
La crisis en Bolivia se da en medio de una pugna de Arce y Morales por el control del MAS y la administración del Ejecutivo. Ambos están distanciados desde finales de 2021, lo que provocó una fuerte división en el oficialismo.