Cada vez hay más estudios que arrojan esperanza sobre la eficacia de las terapias CAR-T en tumores sólidos considerados incurables hasta el momento. Un grupo de científicos de la Universidad de Stanford (Estados Unidos) puso en marcha un ensayo clínico en 2020 con 11 pacientes diagnosticados con glioma difuso de línea medio, un tumor que afecta al sistema nervioso, tiene muy mal pronóstico y aparece en niños y jóvenes. Los resultados, son alentadores: el tratamiento ha logrado una remisión completa de la enfermedad en uno de ellos, de 17 años. El paciente lleva cuatro años sin patología detectable. Además, el tumor redujo entre un 52 y un 91% su volumen en otros tres casos y en la mayoría se produjo un “beneficio neurológico”, según los investigadores.