Falsos gurús y ofrendas a una diosa ausente: la ‘fiebre’ por el culto pagano ataca el patrimonio de Ibiza

Supuestos líderes espirituales cobran entre 25 y 150 euros por persona por una sesión de yoga, reuniones místicas o sentirse parte de un “todo” en ceremonias celebradas en cuevas o poblados fenicios que son Patrimonio de la Humanidad. Algunos asistentes abandonan residuos y materiales inflamables

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La cueva des Culleram, el yacimiento púnico de sa Caleta o el famosísimo Mirador de es Vedrà son algunos de los lugares protegidos, que no los únicos, donde particulares y empresas celebran eventos con ánimo de lucro, sin permiso de la propiedad o las autoridades. El resultado de estas actividades, cada vez más frecuentes, es la acumulación de residuos que, además de molestar visualmente el disfrute del entorno y ser una amenaza al medio ambiente, suponen un grave riesgo de incendio, sobre todo en época estival.

Fruta podrida, trozos de pan, velas consumidas, restos de cera, plumas, piedras apiladas… son algunos de los elementos que encuentra cualquiera al acceder a la cueva des Culleram, o lo que es lo mismo, la Cueva de Tànit, uno de los enclaves más apartados y más queridos por los amantes de la arqueología y los residentes de Eivissa.

Un lugar que se presta a la meditación y al silencio y que, dada su aura “mágica”, está siendo objeto de celebraciones más o menos espirituales, más o menos mundanas, que están haciendo del enclave protegido por la Ley de Patrimonio de Balears un lugar de encuentro y negocio.


El Consell d’Eivissa retira a menudo las ofrendas, que vuelven a aparecer.

Lo mismo ocurre en sa Pedrera de cala D’Hort o en s’era des Mataret, enclaves que, al igual que la Cueva des Culleram, los visitantes conocen con otros gentilicios de nueva creación por parte de los foráneos. Sa Pedrera es lo que ahora se denomina Atlantis y s’era des Mataret es desde hace años el Mirador de es Vedrà, el patrimonio natural más machacado de la isla, sobre todo por los turistas que acuden cada tarde a “celebrar” la puesta de sol. Otro de los lugares es el yacimiento fenicio de sa Caleta, donde también se realizan diferentes encuentros y ceremonias neopaganas sin tradición alguna. 

En ellas, a cambio de una cantidad de dinero que varía de unas actividades a otras entre los 25 euros y los 150 por persona, puedes alinear tus chakras, elevar tu kundalini o sentirte parte de un “todo” en una ceremonia de cacao o café. Todo ello bajo la dirección de supuestos gurús que se han lanzado al mundo de la comercialización de la espiritualidad sin importarles, al parecer, que la masificación y los residuos que dejan puedan afectar al lugar “sagrado” que eligen y a la “energía” que venden.


Cartas, plumas y un racimo recién colocado para rendir culto a una diosa que no se encuentra en la cueva.

Los fenicios “sagrados” de sa Caleta

Un ejemplo de este fenómeno es un anuncio de una ceremonia de cacao que se celebró el pasado mes de agosto “cerca de sa Caleta” con fines de lucro. Es de uno de los grupos que programan actividades en los alrededores de varios lugares “mágicos”: el yacimiento fenicio de sa Caleta, en el municipio de Sant Josep, es uno de ellos. El Consell d’Eivissa, competente de velar por el mantenimiento del patrimonio de la isla, asegura a elDiario.es que la institución “no promueve ni aprueba este tipo de ritos neopaganos que, sin base científica ni teológica, dañan en muchas ocasiones nuestro patrimonio, ya sea a través de acciones que directamente alteran la realidad física del entorno (como el movimiento de piedras o la adecuación de pequeños altares), o el abandono de enseres como botellas, restos de alimentos o pañuelos”, entre otros.


Otro tipo de ofrenda en forma de piedras apiladas, actividad muy criticada por los ecologistas.


Elementos pertenecientes a una ofrenda cerca del yacimiento de Sa Caleta.

Para intentar amortiguar el impacto de estos encuentros, el Consell d’Eivissa trabaja en estos momentos en la licitación de unas obras de instalación de un vallado perimetral que permitirá restringir el acceso a este enclave aún más. Esta nueva valla se sumará a la que ya existe, que no completa el área en la que se encuentra el poblado que se remonta a finales del siglo VIII a.C., “para ampliar el espacio a proteger y evitar que estas actividades se produzcan en el mismo perímetro del yacimiento, al que ahora se puede acceder desde fuera”, explican desde la institución insular.

“Los principales problemas que hemos detectado en estos lugares son el abandono de enseres usados para ritos (ofrendas), el abandono de botellas de agua, restos de comida… Además, más allá de la actividad puramente neopagana, el patrimonio suele ser blanco de actos de vandalismo, como los grafitis o el movimiento de piedras que alteran la fisonomía del bien protegido”, añaden desde el Consell Insular.

Asimismo, las fuentes citadas aseguran que, además de este tipo de ceremonias, se tiene constancia de los problemas que ocasiona al patrimonio protegido la ansiada foto en redes sociales de los turistas. “Hay problemas en la cola que hace la gente para hacerse la foto en el acantilado. Muchas veces dejan basura por allí tirada y también afecta al entorno del poblado fenicio”, aseguran. La Ley de Patrimonio de Balears fija multas a partir de los 601 euros en adelante para todo este tipo de infracciones.

El yacimiento de Sa Caleta fue abandonado alrededor del año 600 a.C., trasladándose a lo que es hoy la ciudad de Eivissa, por lo que se piensa que aquel momento fue el origen de la ahora capital. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1999.


Decenas de turistas contemplan el color rojizo del cielo, minutos después de la puesta de sol, en es Vedrà.

El culto a una diosa que no es ni está

El problema se extiende por toda la isla de Eivissa. Al norte, en el municipio de Sant Joan, se encuentra otra de las joyas del patrimonio cultural. La Cueva des Culleram, situada en medio de un bosque, donde la acumulación de residuos provenientes de ofrendas y ritos ha sido denunciada en multitud de ocasiones, aunque fuentes del Ayuntamiento aseguran que esta temporada no han recibido ninguna queja al respecto. El Consell, por su parte, asegura que “un vallado aquí, que impida la entrada de visitantes hasta la cueva, es imposible de realizar como en sa Caleta por la orografía del terreno”.

La arqueóloga del Consell Insular, Belén Garijo, lo ha contado en los medios de comunicación ibicencos. Ella se encarga, motu proprio, de recoger todos los materiales ajenos al lugar. Sin embargo, cada vez que regresa al enclave, los residuos vuelven a estar en el mismo sitio. Ni los carteles en la puerta de la cueva ni los avisos forestales de peligro incendio hacen su efecto en los visitantes, aunque muchos de ellos tampoco conocen el origen de la diosa Tànit, ni siquiera su fisionomía. 

La arqueóloga del Consell Insular se encarga, de motu propio, de recoger todos los materiales ajenos a la Cueva de es Culleram, situada en medio de un bosque, donde la acumulación de residuos provenientes de ofrendas y ritos a la diosa Tànit ha sido denunciada en multitud de ocasiones. Sin embargo, cada vez que regresa al enclave, los residuos vuelven a estar en el mismo sitio


Entrada al «santuario de Tànit» o cueva des Culleram.

Curiosamente, se da la circunstancia de que la figura que se ha extendido de la diosa, similar a la dama de Elche, no es la real. Así lo asegura la periodista Cristina Amanda Tur: “La imagen más icónica de Tànit, hallada en Puig des Molins en 1913, no representa a esta diosa. Siempre se ha sospechado y ahora los expertos lo dan por hecho; la estatua fue fabricada en Sicilia oriental por un artesano griego que difícilmente hubiera modelado a una diosa cartaginesa. Las representaciones más seguras que existen de la diosa púnica en Eivissa son los exvotos alados de es Culleram”. Estos nada tienen que ver con la figura que se venera, que ni siquiera se encuentra en la cueva, aunque sí fue venerada durante siglos en ella.

Sin embargo, diferentes colectivos realizan sus ceremonias en el lugar. Por ejemplo, la asociación Diosa Tànit. Como otros grupos de personas que realizan sus visitas particulares, la entidad defiende estos encuentros y, de hecho, ha programado una limpieza en Es Culleram y otra en es Vedrà (el famoso mirador) durante el mes de septiembre dentro del ‘Ibiza Tànit Festival’.

“Somos muy conscientes de que Es Culleram no es un santuario en activo, aunque sí lo fue durante 400 años. Es un yacimiento arqueológico y forma parte del patrimonio cultural de la isla. Tenemos mucho respeto y cuidado. Por ello, anunciamos la actividad de ir a limpiar las zonas cercanas al santuario. Tampoco somos partidarias de que la gente se reúna en esa zona y haga sus actividades ensuciando. De hecho, tenemos un proyecto para ver de qué manera se pueden realizar las ofrendas de manera sostenible. Hay mucha gente que quiere ofrendar a la diosa, pero tanto las flores y como la fruta terminan siendo basura y devalúan el lugar en vez de enaltecerlo”, asegura Elena Tur, presidenta de la asociación.

Es Culleram no es un santuario en activo, es un yacimiento arqueológico y forma parte del patrimonio cultural de la isla. Tenemos mucho respeto y cuidado y, por ello, anunciamos la actividad de ir a limpiar las zonas cercanas. Hay mucha gente que quiere ofrendar a la diosa, pero tanto las flores como la fruta terminan siendo basura y devalúan el lugar en vez de enaltecerlo

Elena Tur
Presidenta de la asociación Diosa Tanit

“Velamos por que se conserve el legado de Tànit vivo y eso se hace a través de la tierra, el medio ambiente, la cultura y la historia”, especifica Tur. La presidenta de la entidad asegura que el objetivo de la misma es el empoderamiento femenino y que han escogido a Tànit porque quieren “identificarse” con una diosa y “la de Ibiza es Tànit”. “Pero no responde a ninguna realidad, todo nos lo hemos inventado”, asegura, incluido el tipo de ceremonia o la puesta en escena.

De la misma opinión es Rafael, residente en Eivissa, que realiza “círculos de cacao” en ceremonias sin ánimo de lucro. “Me parece mucho más importante que se hable del impacto que hacen las fiestas, las aglomeraciones en las puestas de sol y sobre todo en sitios protegidos, pero no es el caso de este tipo de actividades que, en su mayoría, son muy respetuosas con el medio ambiente. En el Mirador de es Vedrà ha habido 800 personas diarias este verano. Allí se venden mojitos, drogas e incluso hace poco le han pinchado el coche a un agente de Medio Ambiente. Incluso, el colectivo Canviem el Rumb llevó el tema a Bruselas. Es una mafia”, concluye.


Busto de una figura humana femenina hipotéticamente descrita como una representación de la diosa Tànit encontrado en la necrópolis de Puig des Molins. Siglo IV a.C. Museo de la necrópolis de Puig des Molins en Eivissa.

Es Vedrà, caos y negocio

Además de las puestas de sol con mojitos y demás sustancias, varios colectivos preparan sus ceremonias en los días de luna nueva o luna llena, los dos estados del satélite preferidos para la realización de este tipo de actividades “espirituales”. Una de las convocatorias publicadas en varios grupos de Telegram bajo el título ‘New Moon Cacao Ceremony’ ofrece diferentes eventos de este estilo en la isla.

El texto del anuncio dice así: “Establece la intención para la luna nueva”. En el encuentro se ofrece un “viaje sonoro, canciones y mantras medicinales”, es decir, estará amenizado con música, cantos y mantras (“En el hinduismo y en el budismo, sílabas, palabras o frases sagradas, generalmente en sánscrito, que se recitan durante el culto para invocar a la divinidad o como apoyo de la meditación”, según la definición de la Real Academia Española). 

“Durante esta Luna Nueva –explican en el chat de Telegram– nos reuniremos en círculo para establecer la intención de lo que queremos manifestar, como un poderoso portal de creación”. “Celebremos juntos”, animan. Para acudir a la ceremonia, además, se sugiere un equipo mínimo: “Lleva contigo manta, agua, algo de abrigo por si hace viento, tu propia taza, libreta y tu presencia”. Todo ello por 30 euros por persona o, “si te apuntas con un amigo”, 25 euros cada uno, para un encuentro de hora y media (entre las 20:00 y las 21:30 horas). 

‘New Moon Cacao Ceremony’ ofrece un evento en la isla con la finalidad de ‘establecer la intención para la luna nueva’. En el encuentro proponen un ‘viaje sonoro, canciones y mantras medicinales’ por 30 euros. Para acudir a la ceremonia, se sugiere un equipo mínimo: ‘Lleva contigo manta, agua, algo de abrigo por si hace viento, tu propia taza, libreta y tu presencia

En concreto, en entre agosto y lo que llevamos de septiembre, este grupo, que se identifica con nombres y números de teléfono en el aviso y bajo la denominación de @ibizacacao, ha celebrado eventos los días 4 de agosto, luna nueva, el 19 de agosto, con luna llena (la superluna), en la luna nueva del pasado 3 de septiembre y probablemente anunciarán su evento de luna llena para el próximo 18 de este mes.


Yacimiento de Sa Caleta, recientemente rehabilitado por el Consell Insular d’Eivissa.


Diferentes elementos dejados como ofrenda en la reja de la cueva des Culleram.

El colectivo lleva publicitando sus actividades desde el 2022 en Eivissa. Retiros en Formentera y actividades en lugares privados y en playas copan las imágenes de su perfil, además de los “encuentros” en lugares protegidos como sa Caleta y es Vedrà, cuya imagen aparece en muchos de sus posts como reclamo para los participantes.

“Día sí, día también, se realizan en un terreno y, además, protegido, diferentes actividades en las que las personas que asisten pagan bastante dinero”, explica Mónica Fernández, antigua titular del Medio Ambiente en el Ayuntamiento de Sant Josep. Se refiere a actividades de yoga con profesores “máster” que atraen a personas de todo el mundo bajo el pago de grandes cantidades de dinero “haciendo negocio en un terreno privado sin permiso”.  

Otras “citas espirituales” en la isla parece que son gratuitas. Por ejemplo, un evento del grupo de Facebook ‘SE VENDE EN IBIZA’. En él se emplaza a 40 personas a asistir a una experiencia “de despertar la consciencia colectiva, en un protocolo que une la física cuántica, coherencia y espiritualidad”. “Si practicas meditación o has vivido una experiencia de muerte inminente o estás conectado con el sagrado o simplemente deseas la paz en el mundo”, este es tu evento, según el anuncio que se publica entre uno de una cuna y otro de un coche.


Convocatoria en redes sociales de una actividad «espiritual» frente a es Vedrà.

La actuación de las administraciones

Las soluciones parecen no ser fáciles a pesar de las actuaciones de las diferentes administraciones públicas implicadas en la protección de un patrimonio natural que en Eivissa ocupa gran parte de su territorio. Es el caso del término municipal de Sant Josep, en el que se encuentran, por ejemplo, los enclaves de s’era des Mataret, sa Caleta o sa Pedrera. Las variadas actuaciones por parte de Ayuntamiento y del Consell Insular no han conseguido gestionar adecuadamente los parajes y evitar masificación e ilegalidades dentro de ellos.

Dada la gravedad de la situación, el pasado mes de septiembre se celebró una reunión de la Conselleria de Medi Natural, el Consell de Eivissa y Ayuntamiento de Sant Josep “para evaluar y coordinar actuaciones conjuntas para la mejora de la gestión y protección de los espacios naturales de la isla”. Según se publica en la página web de la Comunidad Autónoma, “las tres administraciones también se han mostrado abiertas a colaborar para buscar soluciones útiles a las problemáticas localizadas en los espacios naturales”, incluida la zona de Cala d’Hort, que incluye s’era des Mataret y sa Pedrera.

“El Ayuntamiento de Sant Josep ha informado de la posibilidad de limitar el acceso rodado desde la carretera principal hasta la zona protegida, dejando el libre acceso a vecindarios, peatones y ciclistas. Todo ello, siempre con la regulación de los parkings de la zona de Cala d’Hort, tal y como establece el Plan de Gestión de Red Natura 2000 de la Costa Oeste de Eivissa, con la posibilidad de ubicar una nueva zona de aparcamiento en el cruce de la carretera de Cala d’Hort con Cala Vedella”, exponen. 

“En esta línea, se han acordado acciones conjuntas y coordinadas con los agentes de medio ambiente del Govern, la Policía Local y los inspectores de Turismo del Consell d’Eivissa para controlar que se cumpla la normativa en materia medioambiental, de actividades y de ordenación turística”.


Algunas asociaciones que veneran a la diosa Tànit están en contra de que se abandonen las ofrendas.

En la reunión se trató también la apertura del procedimiento de modificación del Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) y del Plan Rector de Uso y Gestión del Parque Natural de ses Salines de Eivissa y Formentera (PRUG), dentro del cual se encuentra el yacimiento de sa Caleta. El PRUG está caducado desde hace 13 años y, por lo tanto, habría que redactar uno nuevo. La Junta Rectora de las Reservas Naturales de Es Vedrà, es Vedranell e Illots de Ponent no se reunía desde 2018.

“El texto del nuevo PORN y PRUG debe tener el máximo consenso y participación de las diferentes administraciones involucradas, como son el Consell d’Eivissa y la administración municipal”, explicaba después del encuentro el conseller balear de Agricultura, Pesca y Medio Natural, Joan Simonet. “Queremos una normativa simple y clara, que sea lo menos ambigua posible. La población debe conocer las actividades que sí se pueden realizar y las que no en estos espacios naturales protegidos”, puntualizaba el conseller.

Sin embargo, la regidora de Podemos Mónica Fernández, antigua titular del Medio Ambiente en el Ayuntamiento de Sant Josep, asegura que el Consistorio ya dispone de un plan redactado por ella misma y que quedó en el cajón en 2023 cuando las elecciones cambiaron el equipo de gobierno. “Es un proyecto que completaba las actuaciones que habíamos llevado a cabo durante años anteriores, sobre todo en lo que se refiere a s’era des Mataret”, comenta. Se refiere Fernández al vallado de toda la zona, que es propiedad privada, para impedir que los vehículos puedan entrar en la zona.

“El plan contempla este vallado con puertas de acceso únicamente para los propietarios. Ya está hecho desde hace unos años e impidió el paso de los vehículos, lo cual suponía un grave riesgo para la actuación de los equipos de emergencias, cuestión que es bastante frecuente, sobre todo en sa Pedrera”, enclave que se encuentra prácticamente en el mismo lugar.


Los coches de los visitantes se apilan en uno de los aparcamientos de tierra de Cala d’Hort.

“La cuestión es que como el plan que habíamos proyectado no se ha terminado, ahora las personas que quieren acudir al mirador dejan los coches aparcados fuera de la valla, incluso bloqueando las puertas de entrada, con lo que los vecinos no pueden entrar y salir de sus propiedades; y las emergencias, tampoco”, puntualiza. El proyecto incluye un sendero único por el que los turistas accederían al enclave, “mediante el pago de una entrada”, y que daría acceso a tres miradores. “Además -explica Fernández- de la puesta en marcha de los trabajos en un poblado púnico que hay precisamente en este lugar y que hay que poner en valor”.

La extitular de Medio Ambiente asegura que, incluso, en diferentes ocasiones, tanto ella como la dueña de s’era des Mataret se han personado a la hora de la puesta de sol, que es cuando se realizan más actividades en el lugar, para constatar lo que estaba sucediendo allí. “Es insostenible”, recalca.

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