Esta sacerdotisa ha sido arrestada 27 veces por defender el clima

Sue Parfitt, de 82 años, no concibe dedicar los últimos años de su vida a cuidar de su gato y siente la necesidad de hacer algo por proteger la vida humana del cambio climático, aunque termine en la cárcel

Activistas climáticos hablan desde prisión: “Asumí el riesgo de ir a la cárcel, pero no tenía ni idea de que sería tan largo”

Dos octogenarias armadas con un cincel y un martillo entraron una mañana del pasado mes de mayo en la Biblioteca Británica de Londres. Sin levantar sospechas se dirigieron a la sala donde se encuentra una de las cuatro únicas copias de la Carta Magna, documento que data del año 1215, y procedieron a astillar la vitrina que guarda el pliego medieval, considerado un texto fundacional de la democracia moderna y que establece que nadie, ni siquiera el rey, está por encima de la ley. Se trataba de una acción de protesta ante la inacción contra el cambio climático.

Una de las activistas era Sue Parfitt, de 82 años y ataviada con su alzacuellos de sacerdote de la Iglesia anglicana, que sujetaba el cincel cerca de una de las esquinas del expositor. Su compañera se llama Judy Bruce, de 85 años y profesora de Biología jubilada, quien articulaba el martillo. Tras varios golpes, Parfitt desplegó una pancarta con el mensaje: “El Gobierno ha violado la ley”, antes de pegarse a la vitrina para finalizar la protesta. Ambas fueron arrestadas y posteriormente puestas en libertad en espera de juicio.

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