En Sevilla es tan recurrente usar el concepto de que algo es histórico, sobre todo en cuestiones relacionadas con la propia ciudad, que la idea está un poco devaluada. Pero el macroevento cofrade que se celebra esta semana ha puesto a todos de acuerdo en que sí, que va a ser algo sin precedentes, incluso en una capital tan acostumbrada a todo lo que tiene que ver con hermandades y procesiones. Hablamos del , pero el sevillano medio esto lo traduce en la madre de todas las procesiones que servirá para clausurarlo el 8 de diciembre, un acontecimiento que le supondrá al Ayuntamiento hispalense un desembolso hasta 12 veces superior a la organización de la última final de la Copa del Rey.