El agente, que gritó a los uniformados «con los moros no tenéis cojones», exhibió su placa y les dijo que era «compañero» para tratar de evitar la multa y después fue «lloroso» a la comisaría de Bilbao
La Ertzaintza investiga a un agente por participar en las protestas contra la amnistía y contra el Gobierno
El anterior viceconsejero de Seguridad, Rodrigo Gartzia, firmó el 13 de agosto un expediente sancionador contra un agente de la Ertzaintza que participó de modo activo en una protesta no comunicada de Vox contra la sede del PSE-EE en la Alameda de Rekalde del centro de Bilbao el 12 de noviembre de 2023. El funcionario, fuera de servicio aquel día, profirió insultos contra la fuerza desplegada y llegó a usar irregularmente su placa para alegar que era “compañero” e intentar evitar una sanción. Después, acudió “lloroso” a la comisaría de Deusto para tratar de convencer al jefe de operaciones de que desconocía que era un acto político ilegal.
Esta movilización estaba enmarcada en la oleada de convocatorias de la ultraderecha contra el entonces recién renovado Gobierno de Pedro Sánchez y contra la acordada ley de amnistía para los independentistas catalanes condenados por el ‘procés’ de 2017. El atestado, adelantado por ‘Gara’ y al que ha tenido acceso este periódico, constata que los manifestantes profirieron gritos contra los agentes desplegados, a los que llamaron “perros” o “hijos de puta”. Lideraba la protesta una persona vestida con camisa de cuadros y de gran estatura. A su lado, una persona más baja fue identificada gritando “con los moros no tenéis cojones” a los uniformados allí desplegados. A los pocos minutos los actuantes supieron que era un agente de la Ertzaintza fuera de servicio.
El detalle de la secuencia de lo ocurrido arrancó a las 13.15 horas. “Se produjeron unas alteraciones del orden público”, según la Policía, y ello obligó a intervenir, tanto con agentes uniformados como con unidades de paisano. Un suboficial avisó a los promotores de que la concentración “no estaba comunicada” y que estaban “obstaculizando el normal tránsito de los viandantes”. Pero, “debido a la persistencia” de los concentrados, “se procedió” a identificar a los cabecillas, así como al arresto de una persona por un “presunto delito de atentado contra los agentes de la autoridad”. Después es cuando los presentes empezaron a insultar a los ertzainas desplegados. “Especialmente activo” fue la persona alta y “junto a él” quien posteriormente resultó ser un agente. Claramente se le vio diciendo la expresión “con los moros no tenéis cojones”.
Cuando la Policía les dio alcance a la altura de un Starbucks, el más bajo “se limitó a identificarse verbalmente como compañero”. El atestado recoge que los agentes le pidieron más aclaraciones, ya que podría haber sido un infiltrado o un funcionario de otro cuerpo. Entonces mostró su placa profesional. Ello no frenó la imposición de una multa en aplicación de la normativa de Seguridad Ciudadana, la conocida como ‘ley mordaza’. El ertzaina, acto seguido, acudió a la base de Deusto y, “lloroso y apesadumbrado”, según el informe oficial, “vino a decirle al jefe de operacines que no sabía que se trataba de una concentración no comunicada, que no había estado chillando y que no se había identificado como ertzaina” para tratar de evitar la sanción.
Los hechos han recibido la consideración de falta “grave”, aunque la pena ha sido modulada a solamente siete días sin empleo y sueldo y canjeables por siete días de trabajo no remunerado. Eso sí, la resolución recoge la importancia del buen uso de la identificación profesional, que en ningún caso ha de servir para intereses personales fuera de servicio. Se considera acreditado por todos los testigos, que han ido declarando ante Asuntos Internos, que el funcionario se extralimitó claramente. Durante la tramitación del expediente, el afectado llegó a presentar sus alegaciones “extemporáneamente”.
Se da la circunstancia de que hace un año trascendió la apertura por parte de la unidad de Asuntos Internos de otra “investigación interna” por la participación de otro agente de la Ertzaintza de paisano y fuera de servicio en las protestas de la derecha y de la ultraderecha, en este caso en Vitoria. Aparentemente, por los datos faciltados en su momento, ese policía habría recibido dos denuncias en aplicación de la ley de Seguridad Ciudadana, la conocida como ‘ley mordaza’.