Bad Gyalcasi sin proponérselo. No se da importancia. No lo hace como algo consciente, sino que es su forma de estar. Sin subrayados ni alharacas. Dice las cosas como las piensa, y aplica eso de ‘al que no le guste que no mire’. Se moja cuando cree que debe hacerlo y prefiere callar cuando no lo tiene claro. Tiene una inteligencia natural y eso la ha convertido en una estrella atípica en un mundo de productos prefabricados y niñas buenas.