Cristina está embarazada de 31 semanas. Hace tres que debía comenzar sus clases de preparación al parto en Jaén. El mismo día que se conoció el a la licitación de , recibió una llamada de la clínica donde tenía previsto iniciar el curso: “Me dijeron que se anulaban porque iba a cerrar”. La mujer comenzó entonces un periplo para garantizarse la prestación que, tras decenas de llamadas, contestadores automáticos e emails sin responder, ha terminado por abandonar resignada. “Me generaba ansiedad y, en mi situación, no es el momento”, lamenta.