El ha confirmado la condena de seis meses de cárcel impuesta a un militar por durante meses a una subordinada con mensajes de WhatsApp y encuentros no deseados. Los jueces explican que la víctima tuvo incluso que coger una baja médica por las consecuencias del hostigamiento de un cabo que, además, era su “jefe directo” en el Centro de Formación de San Fernando en Cádiz. “Exceden de lo que podría considerarse una mera molestia”, reprocha la Sala de lo Militar del Supremo.