“Mi mujer estaba muerta del dolor bajando de la ambulancia en urgencias y yo saliéndome a llamar al seguro para informar de que estábamos en un hospital fuera de su red, porque si no llamo, teníamos que adelantar el dinero”. La experiencia de Sebastián es una de tantas historias del horror de los seguros médicos en EEUU y que están en el centro de los debates abiertos tras  del país.