La convocatoria pretendía crear grupos multidisciplinares con una financiación de hasta 2 millones de euros por proyecto, pero la resolución se ha retrasado un año
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El Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades lleva un año sin publicar la resolución definitiva de las ayudas orientadas a proyectos de investigación sobre inteligencia artificial (IA). Lo que en un primer momento fue recibido con entusiasmo por la comunidad científica por la posibilidad de crear redes multidisciplinares, en apenas unos meses se truncó. El proyecto repartiría, mediante fondos europeos Next Generation, hasta 31 millones de euros en diversas propuestas investigativas que, como requisito, tenían que contar con la participación de profesionales de diferentes centros de estudio.
Los planes, que se tendrían que desarrollar a lo largo de 2024 y 2025, fueron evaluados en mayo de este año. Según los afectados, cabría la posibilidad de alargar la ejecución de los mismos, aunque el silencio que han recibido tras sus demandas ante el Ministerio de Ciencia les inquieta. La cartera encabezada por Diana Morant ha asegurado que “estudia diferentes escenarios que permitan el uso de estos fondos ante la posibilidad de no poder sacar adelante la citada convocatoria en su formato actual”.
Se trata de una convocatoria sin igual en España en la que se destinarían hasta dos millones de euros por proyecto. La consecuencia directa, más allá de la imposibilidad de desarrollar estas propuestas tan ambiciosas, es que cientos de investigadores podrían ser contratados con ese presupuesto aún sin ejecutar.
Llamada “Financiación de planes de investigación en cooperación en el área de la inteligencia artificial desarrollados por grupos de investigación interdisciplinares 2023”, la convocatoria se inició en julio de ese año. Su financiación proviene del componente 16 del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, de la Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial, responsabilidad de la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial.
Un año sin poder investigar
Para septiembre de 2023, los investigadores tenían que tener preparadas sus propuestas. Según los afectados, fueron admitidas cerca de un centenar de ellas. “No fue fácil porque tuvimos que hacerlo en pleno mes de agosto, pero la oportunidad lo merecía. Yo presenté un proyecto de más de 80 páginas justificando al detalle en qué invertiríamos el dinero”, cuenta Alfonso Tarancón, catedrático de Física Teórica de la Universidad de Zaragoza (Unizar).
Él es el investigador principal de un proyecto firmado por 16 investigadores senior en los que hay profesionales de la misma Unizar, la Universidad Complutense de Madrid (UCM), el Instituto de Física de Cantabria, de la Universidad de Granada y de la fundación y centro de estudios Ibercivis. Entre ellos hay ingenieros, físicos, sociólogos, estadistas, educadores y psicólogos. Ahora, todos esperan con ansias poder comenzar a investigar, siempre y cuando les acepten la propuesta, presupuestada en 1.900.060 euros.
De ser así, comenzarían a experimentar para “conocer cómo responde la sociedad ante estímulos introducidos por chatbots programados con IA”, explica. De esta forma, su grupo de estudio podría concluir cómo los humanos reaccionan ante fake news compartidas por estos chats, por ejemplo, pero también ante trolls que buscan enfangar la conversación o, por el contrario, chatbots que proponen salidas positivas. “¿Cómo de resiliente es la sociedad ante estos estímulos introducidos por una IA? ¿Podría la IA aprender qué ideas son más virales aunque no estén basadas en la verdad? ¿De qué forma responderíamos ante estas intromisiones? Eso es lo que nos gustaría averiguar”, señala Tarancón.
Desde su punto de vista, lo sucedido con la convocatoria es “una patata caliente” que el Ministerio no quiere enfriar: “Sería tan sencillo como publicar los seleccionados y alargar la duración del proyecto un año más por este 2024 ya perdido”, opina.
Proyectos de alto impacto, parados
La incertidumbre cunde entre los afectados. Nadie sabe si su proyecto ha sido elegido, cuándo llegará el dinero y de qué forma y por cuánto tiempo lo podrán desarrollar. El mismo Tarancón vaticina que elegirán uno o dos proyectos por cada línea propuesta en la convocatoria, con un total de diez. Entre ellas se encuentran temáticas como IA y cognición, impacto ambiental, algoritmia avanzada, sistema físico, interacciones humano-máquina y tecnologías del lenguaje.
Sobre esta última línea de investigación propuso un proyecto German Rigau, director adjunto del Basque Research Center for Language Technologies de la Universidad del País Vasco (UPV). “Estamos ante una oportunidad única de conseguir desarrollar proyectos de alto impacto relacionados con la IA”, introduce este investigador. En su caso, durante agosto de 2023 se coordinó con ocho centros académicos más de toda España para plantear su propuesta. “Podríamos hacer muchas cosas con esos dos millones de euros, pero por el momento está todo parado”, se queja.
La idea que él presentó está relacionada con los modelos de lenguaje, por lo que su proyecto se encuentra intrincado con las humanidades digitales: “Queríamos saber hasta qué punto realidades como el Chat GTP se pueden aplicar a tareas más complejas, como las que normalmente desarrollan los humanistas en cualquier ámbito, como el periodismo”, ilustra el experto. Para hacerlo realidad, ha contado con expertos de nueve centros de investigación de toda España, como la UCM, el CSIC, la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y la UNED, entre los que se encuentran lingüistas, bibliotecarios, informáticos e historiadores.
Prolongar la convocatoria como salida
Rigau también propone que la convocatoria se prolongue: “Este dinero ya está en España. Solo tienen que repartirlo para que podamos investigar. Si no, seguramente lo tendrán que devolver a Europa”. Tarancón, por su parte, considera que el Ministerio se encuentra en una encrucijada. “Se les ha atragantado y ahora, incluso si se echan para atrás y retiran la convocatoria, tendrán un problema para explicar a la Unión Europea qué ha pasado con ese dinero sin ejecutar”, enfatiza el investigador de Unizar.
Los dos especialistas en IA coinciden en que los proyectos se encuentran evaluados desde mayo de este 2024. “Si cancelan la convocatoria estarán terminando con las aspiraciones de cientos de investigadores que han trabajado propuestas para proyectos que difícilmente podrán volver a poder recibir una financiación de ese calado”, añade Rigau.
El Ministerio de Ciencia ha confirmado que “la convocatoria sufre una demora en la gestión interna para resolverla definitivamente”, motivada por el paso de la cartera de Universidades al Ministerio de Ciencia e Innovación en noviembre de 2023, así como “consecuencia de los cambios llevados a cabo en la Secretaría General de Universidades a finales de mayo de este 2024”. “Actualmente, el Ministerio estudia diferentes escenarios que permitan el uso de estos fondos ante la posibilidad de no poder sacar adelante la citada convocatoria en su formato actual”, han añadido.
Por su parte, la directora general de Planificación, Coordinación y Transferencia de Conocimiento contestó en sede parlamentaria el pasado 12 de diciembre, en la Comisión de Ciencia, Innovación y Universidades, que la convocatoria “está en vías de ser resuelta” y debería darse una “solución en un brevísimo espacio de tiempo”, incluso llegó a afirmar que la resolución estaría “la semana que viene”.
Cientos de investigadores por contratar
Rigau, por otro lado, recalca que la mayor parte del importe de las partidas planteadas estaban dirigidas a contratar investigadores. Ante este extremo, el integrante de la UPV cifra en 20 los científicos que podrían integrar su equipo. “Si nos concedieran los 2 millones de euros, a unos 60.000 euros que cobra un postdoctorado, podríamos contar con gente experta y bien remunerada para desarrollar el proyecto”, clarifica.
Entre los afectados también se cuentan cientos de investigadores postdoctorales, no solo catedráticos y directores de centros, aunque en ellos cunde cierto temor a expresar su opinión del asunto al no tener estabilizadas sus plazas. Un investigador postdotoral de una universidad andaluza que prefiere mantenerse en el anonimato reitera que “se están perdiendo muchísimos puestos de trabajo con gente experta en sus campos únicamente por la incompetencia del Ministerio”.
Desde su punto de vista, “la creación de estas redes multidisciplinares dentro del ámbito de la IA suponía un gran espaldarazo para muchos de los investigadores que nos intentamos labrar un futuro en la ciencia española, ya complicada de por sí”, apuntilla. “Los postdoctorales podíamos firmar los proyectos como investigadores principales, lo que significaría liderar un plan que nos ayudaría a estabilizar nuestra posición”, argumenta este investigador principal de su proyecto, para el que se habían coordinado profesionales de cinco universidades a nivel estatal.
Tarancón, desde Unizar, se queja también de que el Ministerio no haya escuchado sus demandas. “Nosotros tenemos que cumplimentar todo a la perfección y dentro de un plazo, pero ellos pueden estar un año sin resolver una convocatoria. ¿Qué clase de reciprocidad es esa?”, se pregunta.
Rigau, desde la UPV, afirma que si el Ministerio se decanta por cancelar la convocatoria habría motivos para ir al contencioso-administrativo. “Se trataría de una decisión totalmente arbitraria que dejaría en la estacada a cientos de científicos de toda España que se han coordinado para llevar a cabo estas investigaciones”, remacha antes de exclamar que “tenemos mucha frustración, porque realmente sería una pena que este dinero no se ejecutara”.