El expresidente consigue superar con ventaja a Harris en Arizona y lidera la batalla por Georgia y Carolina del Norte, según un nuevo sondeo publicado por el New York Times y Siena College
El expresidente Donald Trump está cogiendo fuerza en tres estados clave que forman parte del Sun Belt (Cinturón del Sol), según una encuesta publicada este lunes por el New York Times y el Siena College. Trump marca distancias con Kamala Harris en Arizona y amenaza con hacer lo mismo en Georgia y Carolina del Norte, dos estados competitivos. El sondeo, que se hizo entre el 17 y el 21 de setiembre, presenta una mejora de la tendencia para la campaña del republicano después del sprint que supuso la euforia demócrata en agosto y amenaza con una disputa aún más reñida en la recta final de los comicios.
Arizona es el estado que presenta el cambio más significativo. El republicano ha conseguido dar la vuelta al tablero y se sitúa por delante de Harris por cinco puntos porcentuales (50%, frente a un 45% de la candidata demócrata). Hace tan solo un mes, otra encuesta realizada por el periódico estadounidense mostraba como era Harris quien adelantaba al republicano por cinco puntos.
En 2020, Joe Biden consiguió teñir de azul este estado con un 49,4% de los votos y un margen de unos 10.000 votos de diferencia con Trump. No fue una victoria holgada, pero ahora parece que Harris aún lo tiene más complicado que su predecesor.
En los otros dos estados donde Trump se muestra competitivo, Georgia y Carolina del Norte, el margen se estrecha un poco más: en Georgia se sitúa por delante con un 49% frente a un 45%, y en Carolina del Norte obtiene un 49% frente al 47% de Kamala Harris. En 2020, Biden consiguió ganar en Georgia con unos 11.000 votos, un ajustado 49,47% frente a un 49,24% del republicano.
Recientemente, Trump atacó al gobernador de Georgia, Brian Kemp, quien en 2020 se negó a aceptar el discurso del expresidente y defendió la integridad de los resultados electorales obtenidos en su estado. Uno de los cuatro casos penales de Trump fue abierto en Georgia, donde se le acusa de intentar interferir en los resultados electorales de este estado en 2020. Ahora, el magnate está intentando reconciliarse con Kemp, la ayuda del cual puede ser crucial para que gane un estado que es clave para el republicano.
En Carolina del Norte, a pesar de que Trump siga mostrando señales de ventaja, se trata de un territorio que históricamente ha votado republicano, aunque no se descarta la posibilidad de cambiar de color este 5 de noviembre. En 2020 el republicano consiguió ganar aquí por unos 75.000 votos y desde que Harris irrumpió en la carrera electoral, Carolina del Norte se ha convertido en un estado en disputa. Los días en los que se realizó el sondeo son posteriores al escándalo protagonizado por Mark Robison, el candidato republicano para ser gobernador en este estado, quien dijo que era un “nazi negro” en un foro pornográfico. La polémica destapada por la prensa podría dañar también a Trump de cara a noviembre.
Los datos de la encuesta son significativos también porque fueron recogidos después del debate presidencial y del segundo intento de asesinato contra el magnate. La semana posterior al debate, Harris despuntaba en la media de encuestas a nivel nacional que hace el New York Times y en una publicada el martes pasado por la Universidad de Monmouth, la demócrata lideraba con un 49%.
El sondeo de Monmouth se empezó a realizar el día siguiente del debate hasta el domingo de esa misma semana y sugería que, a pesar de que la intención de voto era favorable a Harris, su actuación en el cara a cara no había tenido un impacto significativo en las cifras. Una encuesta realizada en agosto por el mismo centro ya mostraba como el 48% de los votantes registrados apoyaban a Harris a nivel nacional, quien ya por entonces iba por delante.
A pesar de que la encuesta del Siena College es posterior al magnicidio frustrado que vivió Trump en Palm Beach, el cambio de tendencia en los tres estados del Sun Belt no parecen ser una consecuencia directa de este. Por el contrario, responden más a cuestiones relacionadas con temas clave en estas elecciones, como la economía, o bien al apoyo de determinados grupos. En Arizona, la remontada de Trump estaría más vinculada al voto latino. Un 10% de los votantes latinos que decían que apoyaban a Harris habrían dicho ahora que no tienen claro su voto.
La economía y la inflación siguen siendo una de las principales preocupaciones de los votantes y en estos tres estados un 55% de los encuestados siguen pensando que Trump es mejor que Harris. Solo un 42% cree que Harris lo haría mejor.
La encuesta del Siena College también muestra como la retórica del miedo impulsada por el republicano está calando en esta parte del país. Una mayoría de los encuestados dice que los problemas son tan grandes que Estados Unidos está en riesgo de colapso. Los votantes que se identifican como republicanos presentaban mucho más esta visión que los demócratas, con un 72% frente un 16%.
Alrededor de un 15% de los electores en Arizona, Georgia y Carolina del Norte aún dicen no tener claro a quién votarán. A pesar de que en agosto este grupo parecía inclinarse más por Harris, ahora muestra una ligera tendencia hacia Trump. Ahora bien, también se ve que para muchos de estos votantes indecisos, la cuestión del carácter de Trump es una preocupación creciente y amenaza con convertirse en una debilidad para el republicano.
Una tercera parte de los indecisos dice que está preocupado por el comportamiento del presidente y sus erráticas declaraciones, mientras que un 9% dudaba de su honestidad y su ética. Un 7% también plantea que puede cambiar su intención de voto si acaban viendo a Trump como una potencial amenaza a la democracia. Estas preocupaciones respecto a la personalidad del expresidente muestran cómo la estrategia de los demócratas de atacar a Trump, desdibujándolo como un hombre egoísta y que solo piensa en él, puede ser mucho más efectiva que tacharlo de “autócrata”.
A principios de setiembre, un colaborador del gobernador republicano de Georgia explicaba al New York Times cómo el hecho de que Trump centre gran parte de su discurso en sí mismo, y no en sus políticas, puede acabar repercutiéndole negativamente en ese estado.
Por contra, en el sondeo se ve como un 16% de los indecisos muestra dudas respecto a la personalidad de Harris y un 12% sobre su honestidad y capacidad de cumplir con lo que promete.
Arizona, Georgia y Carolina del Norte son tres estados decisivos de cara a las elecciones, pero existe la posibilidad de que Harris consiga la Casa Blanca sin ellos, aunque sería un escenario muy difícil de lograr. Para Trump, Georgia y Carolina del Norte sí que son más cítricos. De momento, Pensilvania sigue dibujándose como el lugar que tendrá la última palabra y en este estado Harris continúa liderando con una diferencia de tres puntos porcentuales.