Las abogadas de los saharauis confirman que el domingo por la noche la Policía intentó meter en el avión a varios de los solicitantes de asilo que llevan semanas varados en Barajas. Solo cuatro de ellos no regresaron al aeropuerto, por lo que su defensa entiende que han sido enviados a Marruecos
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El Ministerio del Interior ha intentado durante la noche de este domingo devolver a Marruecos a varios de los solicitantes de asilo saharauis que llevan semanas retenidos en las salas de inadmitidos del aeropuerto de Madrid, según confirman a elDiario.es dos de las abogadas que los asisten. La Policía tuvo que suspender el retorno de la mayoría de ellos debido a la resistencia que opusieron a su regreso al país del que huyen. Solo cuatro de ellos no regresaron a Barajas, por lo que su defensa entiende que han sido enviados a Marrakech.
Después de pasar semanas atrapados en las salas de asilo de Barajas, varios saharauis recibieron este domingo la notificación de su devolución programada para un vuelo de Air Europa a las 23:50 horas de este domingo, después de la denegación de su petición de protección internacional. En estos casos es la compañía aérea del vuelo en el que llegaron a España las personas a retornar quienes se encargan de su regreso al aeropuerto de partida, al ser denegada su entrada en el país. Interior rechaza dar detalles sobre la operación de retorno por razones “de seguridad”, pero defiende que ha cada caso “se ha evaluado individualmente antes de adoptar una resolución definitiva”.
Entre las personas que Interior ha intentado de retornar a Marruecos estaba Rachida Amador, una mujer de 32 años, que asegura que su libertad corre peligro en Marruecos. “Nos cuenta que llevaron a la pista a ella y a más gente pero se negaron a subir al avión”, dice su letrada, María Vieyra, a elDiario.es. “Nos cuentan que fueron custodiados por agentes antidisturbios que intentarons llevarles al avión”, añade Fatma El Galia, otra de las abogadas que está prestando asistencia a varios de los saharauis llegados a Barajas en las últimas semanas. “En el momento en el que trataban de subirles al avión, un portavoz del grupo de saharauis dijo a la Policía en inglés que no se querian ir, y que no se harían responsables de lo que pudiese suceder en el avión, que iban a seguir resistiéndose…”, apunta.
A Errabab, su marido y su hija de 17 meses también intentaron meterlos en el avión, pero se resistieron y lograron evitar su devolución. La mujer saharaui lleva desde el pasado 9 de septiembre retenida junto a su bebé en una de las salas de asilo del aeropuerto. En otra de ellas, ubicada en otra terminal, está su marido. No es la primera vez que la Policía Nacional trató de devolver a esta familia. El pasado viernes también trataron de introducirles en un avión, según cuenta su familia. También se resistieron y lograron evitar su retorno.
Durante estas semanas en el aeropuerto, la mujer tuvo que ser trasladada de urgencia a un hospital madrileño el pasado 12 de septiembre tras presentar dolor abdominal y abundantes sangrados vaginales. Según su relato, en el centro sanitario le confirmaron que estaba embarazada de un mes pero había sufrido un aborto, una información que el Ministerio del Interior niega.
Cuatro posibles devueltos
La letrada Fatma El Galia detalla que solo cuatro de las personas a los que la Policía intentó retornar este domingo finalmente no han regresado a las salas de asilo, por lo que asumen que han sido devueltas pero no saben nada de su paradero por el momento. “Las familias no saben nada y están muy preocupadas. Estamos pendientes para confirmar dónde están”, sostiene El Galia.
Entre estos cuatro solicitantes de asilo se encuentra Aissa, un músico saharaui que utiliza sus canciones para reivindicar la libertad de su pueblo. El joven siguió durante una semana una huelga de hambre en protesta de su situación y la Policía ya le había intentado subir a un avión de vuelta a Marruecos en al menos una ocasión. Según contó el cantante a elDiario.es, fue estuvo en la carcel durante años por su participación en las protestas ligadas al campamento de Gdeim Izik. “Nunca pensé que España actuaría así con nosotros. Mi abuelo trabajó de soldado en el ejército español, cuando era una colonia española. No me esperaba esto”, lamenta el cantante saharaui. “Por favor, que alguien nos ayude. Pido apoyo para llevar mi voz fuera y contar al mundo a través de la música el sufrimiento del pueblo saharaui”, decía el demandante de asilo la semana pasada a este medio.
Su abogada se muestra especialmente preocupada por su paralelo. “Las otras tres personas que han sido devueltas creemos que ya accedieron de forma voluntaria porque estaban agotados, pero Aissa no. Aissa decía que prefería morirse antes de volver a Marruecos, tenía mucho miedo porque ha estado en la cárcel y podría pasar lo mismo”, reflexiona El Galia. La última vez que habló con él este domingo le notó muy alicaído. “No tenía casi ni fuerzas para hablar por teléfono”, añade.
En las últimas semanas, decenas de ciudadanos saharauis han pedido asilo en Barajas durante su escala en Madrid, generalmente en vuelos que parten de Marrakech y tienen como origen final Cuba, país que no les exige visado. A su paso por España, estos ciudadanos han solicitado protección a las autoridades españolas. Aunque viajan con pasaporte marroquí, la mayoría además de asilo también han pedido de forma subsidiaria la apatridía, es decir, el reconocimiento de que carecen de nacionalidad, dado que reivindican su identidad saharaui, al proceder de un territorio que aún espera la celebración del referendum de autodeterminación acordado por la ONU. Muchos provienen del Sáhara Occidental ocupado, territorio controlado por Marruecos y donde los saharauis que reivindican su derecho a la autodeterminación suelen ser víctima de represión por parte de las autoridades marroquíes.