El fiscal general reúne a la cúpula de la carrera para dar explicaciones tras la decisión del Supremo de investigar si filtró unos correos entre la defensa de la pareja de Ayuso y el Ministerio Público
El Supremo investiga por primera vez a un fiscal general acusado de filtrar un correo que tenían 18 personas
El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, ha recibido este jueves el respaldo mayoritario de la Junta de Fiscales de Sala, su principal órgano asesor, ante la que ha explicado su decisión de seguir en su cargo después de que el Tribunal Supremo haya abierto una causa contra él por revelación de secretos tras la querella del comisionista Alberto González Amador, pareja de Isabel Díaz Ayuso.
En una intervención inicial que ha durado menos de media hora, García Ortiz ha negado haber filtrado ningún correo y ha defendido que tiene la convicción de que mantenerse en el puesto es lo mejor para la institución. Ha sido una reunión meramente explicativa o informativa, en la que no se ha producido ninguna votación sobre la continuidad del máximo representante del Ministerio Público. De la treintena de asistentes, sólo ocho le han sugerido que debería dimitir, de acuerdo a las fuentes consultadas por elDiario.es.
El Supremo decidió este miércoles abrir una causa penal contra el fiscal general por la filtración de los correos en los que González Amador reconocía haber defraudado más de 350.000 euros. Por primera vez en la historia, un tribunal investigará a la cúpula de la Fiscalía por un delito de revelación de secretos y lo hará por una causa que arrancó con un bulo salido del teléfono móvil de Miguel Ángel Rodríguez, mano derecha de la presidenta de la Comunidad de Madrid.
Tras la decisión del Alto Tribunal, García Ortiz anunció que no dimitiría y convocó a los principales órganos de la carrera para explicar su decisión y escuchar sus comentarios. A esa Junta de Fiscales de Sala, celebrada en la mañana de este miércoles en la sede de la Fiscalía General del Estado, han asistido 31 de sus 35 miembros.
García Ortiz ha recibido un respaldo mayoritario, pues sólo ocho de los asistentes le han aconsejado que debería dejar el puesto para preservar la imagen de la institución. Entre esas voces críticas están las de los cuatro fiscales del procés —Javier Zaragoza, Consuelo Madrigal, Fidel Cadena y Jaime Moreno—, que mantienen un enfrentamiento abierto con García Ortiz prácticamente desde su llegada a la cúpula del Ministerio Público. En su día, estos fiscales también posicionaron a favor de investigar la querella de González Amador y que ha acabado derivando en la apertura de una causa contra García Ortiz. También han defendido que debería dimitir la fiscal de criminalidad informática, Elvira Tejada; y los fiscales del Supremo Antonio Narváez, José Javier Huete y José Miguel de la Rosa.
Por contra, entre quienes han respaldado la posición del fiscal general de seguir en su puesto está el fiscal anticorrupción, Alejandro Luzón; el fiscal jefe del Tribunal Constitucional, Pedro Crespo; o la exfiscal general del Estado María José Segarra.