Politizar la catástrofe

Feijóo carga contra el Gobierno en medio de la tragedia mientras Mazón le deja en evidencia con una comparecencia conjunta con Sánchez en la que agradece su cercanía y su “respuesta tan rápida”. Ha quedado retratado y ha demostrado que un desastre natural también puede ser un desastre para el liderazgo político

Feijóo sale en defensa de Mazón y cuestiona las previsiones de la AEMET sobre la DANA

Siempre la beligerancia. Siempre el viejo manual contra el contrario. Siempre la politización de las desgracias. Siempre la negación. Siempre la responsabilidad es ajena. Siempre la polarización máxima. Siempre el interés propio. Siempre el publirreportaje antes que el dolor ajeno.

València devastada por un tsunami; al menos 158 muertos, decenas de desaparecidos; miles de personas que han salvado la vida, pero lo han perdido todo; los equipos de emergencia desfallecidos y aún trabajando en las labores de búsqueda…. Y ellos a lo suyo. No hay peor ni más obscena estrategia ante la desgracia humana que intentar sacar partido de ella. Y en eso Feijóo empieza a ser un maestro. O un alumno aventajado de Ayuso.

El manual del buen político dice que es en momentos de crisis cuando se conoce la talla y el volumen de quienes nos representan, al margen de si están en la oposición o en el gobierno. Todo depende de la imagen que cada cual proyecte. Pero son, sin duda, ocasiones en las que se descubre el verdadero potencial de los líderes, cuyo papel debería limitarse a dar información, cariño, respuestas y, sobre todo, a estar donde se debe estar en el momento adecuado. 

Hizo bien, por tanto, Feijóo en acudir a València, pero no en entrar en una bochornosa y desleal competición por llegar antes que el presidente del Gobierno a la zona de la tragedia. La Moncloa comunicó a las 21:37 de la noche del miércoles que el presidente del Gobierno acudiría este jueves a las 10:30 horas al Centro de Coordinación de Emergencias para conocer de primera mano la situación y determinar si hacía falta recursos adicionales que el Gobierno de España pudiera suministrar y así se informó, con anterioridad a Mazón. 

Media hora más tarde, a las 22.06, el PP lanzaba una nota de prensa para anunciar que Feijóo acudiría al mismo lugar una hora antes. Una deslealtad institucional de libro, además de una señal tan obscena como bochornosa en medio de una tragedia que en términos humanos y materiales todavía sin determinar a la que seguirá una declaración oportunista y fuera de lugar.

Feijóo, que tardó menos de 24 horas en politizar la tragedia en su burda maniobra por revertir el orden institucional, hizo una declaración para cargar contra Sánchez y hacer responsable de un posible fallo de los protocolos al Gobierno central y exculpar a la Generalitat valenciana. “Un presidente autonómico gestiona en función de la información que recibe. Y la información que se recibe son informaciones que dependen de organismos con competencia exclusiva del Gobierno central”, afirmó.

La verdad, y no el relato alternativo que Feijóo hizo de los hechos, es que la AEMET (Agencia Estatal de Meteorología) elevó a nivel rojo la alerta para la Comunidad Valenciana a las 7.36 horas del martes, como puede comprobarse en la red social X, mientras las alertas de emergencia de la Generalitat no llegaron a los valencianos hasta las ocho de la tarde, cuando ya había decenas de personas atrapadas y pidiendo ayuda desesperadamente.

Tan ignominiosas fueron las palabras de Feijóo que hasta su propio barón, Carlos Mazón, se desmarcó de ellas en una comparecencia conjunta con Sánchez para exhibir imagen de unidad, en la que agradeció al presidente del Gobierno su “cercanía” y su “respuesta tan rápida”. Abochorna comprobar cómo mientras España sigue acongojada por la devastación provocada por la DANA y los servicios de emergencia aún recogen cadáveres, el líder de un partido que se dice de Estado y de una oposición que se llama responsable se comporte como lo ha hecho Feijóo. Ha quedado retratado. Una vez más.

Tiempo habrá de pedir responsabilidades políticas que, a tenor de los datos y testimonios que se van conociendo, apuntan sobre la Generalitat que preside Mazón; de profundizar en la importancia que la derecha otorga a los asuntos de seguridad al delegar esa materia en un partido como Vox como hizo cuando formó el gobierno valenciano en 2023; de por qué el presidente autonómico borró un tuit en el que el martes afirmaba que el temporal disminuiría de intensidad sobre las seis de la tarde o de cómo hay políticos tan torpes e incapaces para gestionar el factor emocional en momentos de recogimiento y consternación nacional.

Feijóo ha demostrado que un desastre natural puede ser también un desastre para el liderazgo político.

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