“No se trata solo de una fiesta y un sitio donde la gente vaya a tener sexo o a follar. Nuestra oferta va más allá”. Mónica González es la promotora de una de las fiestas () que está más de moda en Eivissa. Atiende a elDiario.es ante el auge de esta nueva forma de turismo que encuentra en la isla un nicho muy específico. Si Eivissa es ya de por si el paraíso de la fiesta desenfrenada –todo el mundo asocia la pequeña isla mediterránea a sus discotecas–, muchos visitantes han optado por acudir a ella para disfrutar del ocio más hedonista posible. Las empresas, conocedoras de este público objetivo, han decidido incluir el sexo dentro de la amplia gama de productos turísticos de la isla. El sexo es, ahora, un reclamo más.