Alberto González Amador admite que engañó a la Agencia Tributaria para no pagar los impuestos que debía por una comisión de dos millones en plena pandemia y aspira a una condena de ocho meses que le evite entrar en prisión
La pareja de Ayuso reconoce que falsificó documentos para engañar a Hacienda y se conforma con no entrar en la cárcel
El caso de la pareja de Isabel Díaz Ayuso, un defraudador fiscal y falsificador de documentos confeso, parece haber girado ya al caso del fiscal general del Estado, imputado este último el miércoles por haber autorizado una nota de prensa desmintiendo el bulo que había lanzado el entorno del citado delincuente, Alberto González Amador, cuya condena se aproxima.
Pero esa mutación de los hechos es solo en el plano político y mediático. En el judicial, el caso que está próximo a concluir con una condena segura es el de González Amador, empresario, comisionista y pareja de la presidenta madrileña, que intentó engañar a Hacienda con la colaboración de una trama de testaferros, según él mismo ha admitido.