Declarada Monumento Histórico Artístico en 1931, la Catedral de Mallorca, una de las mayores joyas góticas de España, ha sufrido no pocas restructuraciones desde que, con el inicio de su construcción en el siglo XIII, se configurase como una de las principales infraestructuras de la Baja Edad Media en la isla tras su . Desde su privilegiada posición al frente de la fachada marítima de la capital balear, la popularmente conocida como la Seu ha sido testigo de los numerosos acontecimientos que desde entonces han azotado Mallorca, como los embates que piratas y corsarios ejercieron sobre la costa y la construcción y derribo de las sucesivas murallas que han rodeado ‘Ciutat’, como fue denominada Palma tras desembarco de la escuadra cristiana. Los historiadores coinciden en situar la antigua ciudad romana de Palma y, con posterioridad, la musulmana Madina Mayurqa, en los alrededores del espacio que hoy ocupa el templo más emblemático de la isla.