Uno de los ingenieros que mejor ha estudiado las inundaciones en la rambla del Poyo calcula que el barro y los sedimentos aumentaron entre un 20 y un 40% el volumen de la riada, lo que frenó su velocidad, pero multiplicó los daños
“La rambla tuvo una subida de 2.000 metros cúbicos por segundo a las seis de la tarde, cuatro veces el caudal normal del Ebro”
Cuando se produce una riada como la que acabó el pasado martes con la vida de más de 200 personas en la que azotó Valencia, una parte significativa de los daños no los provoca el agua líquida, sino el material que arrastra, desde troncos a coches o mobiliario urbano. ¿Cómo de determinante fue en la DANA que sembró la destrucción hace ahora una semana?
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