La banca se enreda con las comisiones por las transferencias inmediatas: ¿habrá que pagar por ellas a partir de enero?

Las entidades financieras no podrán exigir a sus clientes comisiones más altas por este tipo de operaciones que las que ya reclaman por aquellas que tardan varias horas o días en realizarse

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En poco más de un mes los bancos tienen que poner en marcha una nueva política de comisiones por las transferencias inmediatas, esas que se hacen efectivas en solo unos segundos y por las que ahora suelen cobrar a gran parte de los clientes. 

Ese cambio de política viene exigido por Bruselas para las denominadas transferencias SEPA, acrónimo de Single Euro Payments Area; y algunas entidades ya han indicado a sus clientes qué va a pasar, si van a tener que pagar o no por realizar transferencias que se hacen efectivas en 10 segundos. En otros casos, toca esperar a ver qué deciden.

Analizamos el porqué de este cambio y qué están diciendo los bancos, si van a cambiar o no su política de comisiones para este tipo de transferencias.

¿Qué es lo que cambia?

Este cambio de condiciones viene de un reglamento aprobado por el Parlamento Europeo y de dos directivas comunitarias para facilitar los pagos y las transacciones dentro de la Unión Europea y acelerar la competencia. Eso se traduce en que se marcó una fecha tope, el próximo 9 de enero de 2025, para que los bancos de la eurozona equiparen lo que cobran por las transferencias inmediatas, las que tardan segundos en llegar al destinatario; y aquellas que tardan horas o días.

En concreto, lo que decía esa legislación que llega de Bruselas es que “para evitar requisitos contradictorios y teniendo en cuenta el objetivo fundamental de orientar a los usuarios de servicios de pago hacia las transferencias inmediatas en euros” se exige a las entidades financieras que las comisiones cobradas a los ordenantes y beneficiarios por las transferencias inmediatas en euros no superen a las comisiones cobradas por las que no son inmediatas.

Es decir, las primeras, las que tardan segundos, no pueden ser más caras que las ordinarias, las que son efectivas en horas o tardan 24 o 48 horas. Ahora mismo, la mayoría de las entidades bancarias no cobran por esas segundas transferencias a gran parte de sus clientes, por ejemplo, a los que tienen domiciliadas sus nóminas, pensiones o varios recibos. Cabe recordar que las comisiones se han convertido en los últimos años en una de las fuentes de ingresos de los bancos y, también, en una herramienta comercial para captar clientes de la competencia.

¿Y qué van a hacer los bancos?

La mayor parte de los grandes bancos consultados por elDiario.es asegura que no van a cobrar por las transferencias inmediatas a aquellos clientes a los que ya no exige comisiones por las transferencias ordinarias. Eso sí, habrá que esperar a que los clientes reciban las comunicaciones oficiales por parte de sus bancos y a leer la letra pequeña. En cualquier caso, estos no podrán cobrar a los clientes una comisión más alta por una transferencia inmediata que aquella que se cobre por una ordinaria.

En el caso de Caixabank se ha levantado polémica, después de que varios usuarios publicasen en redes sociales que el banco iba a cobrar un mínimo de 6 euros. La entidad participada por el Estado asegura que “todos aquellos clientes vinculados al programa ‘Día a Día’, los clientes con cuenta online y los clientes de Imagin tienen las transferencias ordinarias bonificadas y, por lo tanto, a partir de enero también podrán efectuar transferencias inmediatas gratuitas”. Según Caixabank, estos clientes suman 17 de los 18 millones de usuarios del banco

También que “como en todas las entidades, los clientes que no cuentan con transferencias bonificadas seguirán pagando las transferencias ordinarias y, a partir de enero, se igualará el precio de las transferencias inmediatas”. En esos casos, sí que tiene un precio mínimo, de 6 euros, para todas las que se realicen dentro de la Unión Europea y un máximo que puede alcanzar hasta los 2.000 euros. Y, entre medias, el equivalente al 0,4% sobre el importe de la transferencia.

Cabe recordar que hace unas semanas, Caixabank cambió las condiciones de su programa Día a Día, donde a partir de enero estarán 14 millones de clientes y en el que cada uno de ellos tendrá que mirar sus condiciones particulares, porque define la bonificación de los servicios en función de un volumen de ingresos mínimos –de 9.000 euros anuales– en un plan que incluye cuenta bancaria, tarjeta, transferencias, recibos o cajeros.

Santander, aunque aún no ha enviado una comunicación a sus clientes, asegura que sus transferencias SEPA inmediatas “tendrán el mismo coste que las ordinarias, en cumplimento de la regulación” y que “en la mayoría de casos, nuestros clientes no pagan por transferencias ordinarias y esa política de precios no va a cambiar. Por tanto, para esos clientes, a partir del 9 de enero, las transferencias inmediatas también serán gratuitas”.

Mientras, Banco Sabadell señala que está “adaptando los procesos en cuanto a tecnología”. Un cambio que “estará completado en enero de 2025, como marca la norma”. “Quienes tengan transferencias estándar gratis, pasarán a tener inmediatas gratis”, añade esta entidad. Además, indica que “como es una modificación que favorece al cliente, no hay obligación de comunicarlo con dos meses de antelación” y que se hará en la extracto del mes de diciembre o cuando se accede a la aplicación del banco. 

De las otras cinco grandes entidades españolas, BBVA y Bankinter no indican a elDiario.es qué van a hacer, aunque la entidad presidida por Carlos Torres señala que se adaptará a los plazos marcados por la normativa europea.

¿Y qué va a pasar con el resto?

Pues toca ver qué cobran por las transferencias ordinarias porque será lo que tendrán que cobrar por las inmediatas, pero hay que tener en cuenta que la medida exigida por Bruselas no entra en vigor hasta el 9 de enero de 2025, así que los bancos aún tienen algo más de un mes para indicar a sus clientes qué van a hacer.

El Banco de España indica que las entidades pueden “cobrarte una comisión por este servicio”, que habitualmente suele ser un porcentaje del importe de la transferencia, con un mínimo por operación. Es decir, las comisiones “son libres”, señala el supervisor, “salvo en los casos en los que están limitadas legalmente”, como ocurrirá a partir de enero equiparando la comisión de las transferencias inmediatas con las ordinarias. 

Y pone un ejemplo, con una comisión del 0,4% y un cobro mínimo de 6 euros, en una transferencia de 1.200 euros, el importe sería de 4,8 euros. Sin embargo, como en ese caso no llega al mínimo, pues toca pagar esos 6 euros. Mientras, si la transferencia es de 5.000 euros, ahí tocaría pagar 20 euros de comisión.

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