Un nuevo proyecto pone en marcha una infraestructura de computación en la nube basada en código abierto y dirigida a que las empresas europeas puedan independizar sus procesos de los gigantes de Silicon Valley
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“Gracias a figuras como Elon Musk, en Europa nos estamos empezando a dar cuenta de que, en todo lo que tiene que ver con las grandes tecnológicas, llevamos décadas inmersos en un síndrome de Estocolmo colectivo”, afirma Alberto P. Martí. Es el responsable del Grupo de Coordinación Industrial del IPCEI Cloud, el proyecto para construir una alternativa europea a los gigantes de la nube estadounidenses. Con 12 países participantes y financiado con 3.000 millones de euros por la Comisión Europea, la primera versión de la infraestructura ha entrado ya en funcionamiento.
Con un acuerdo político ratificado en medio de la digitalización forzosa por la pandemia en 2020, el proyecto ha arrancado definitivamente en un momento clave para Internet. Uno en el que el presidente saliente de EEUU Joe Biden avisa en su discurso de despedida del poder que han acumulado los grandes empresarios de Silicon Valley, a los que denomina “oligarcas de la tecnología”, avisando del “posible surgimiento de un complejo industrial-tecnológico que podría representar peligros reales” para su país y el resto del mundo.
La iniciativa recibe el nombre de Virt8ra y es la primera nube de borde multiproveedor soberana de Europa. Esto significa que permite a los países y empresas europeas controlar dónde se guardan y procesan sus datos, sin depender de proveedores extranjeros. Combina las ventajas de trabajar con varias nubes grandes, pero con la posibilidad de usar centros de datos más pequeños, cercanos al lugar donde se necesitan, para garantizar rapidez y seguridad.
Si el modelo de nube que han trabajado las multinacionales estadounidenses se basa en gigantescos almacenes de datos en puntos estratégicos, el sistema que promociona ahora el consorcio europeo se sostiene sobre una red de almacenes más pequeños, distribuidos por diferentes países europeos. Virt8ra es la tecnología para gestionar y conectarse a esos almacenes, es de código abierto y ya se está usando en emplazamientos de Croacia, Alemania, Países Bajos, Polonia, Eslovenia y España.
“A mí me gusta denominarlo como nube de proximidad”, dice Martí en conversación con elDiario.es. El clúster de Virt8ra está formado por más de 30 empresas europeas, aunque son ocho las que han participado en el lanzamiento de esta primera versión. De ellas, tres son españolas: Arsys, Corporación Mondragón y OpenNebula Systems, que es la que coordina el proyecto.
“Esto demuestra que debajo de toda la economía del dato puede haber una tecnología soberana europea y que podemos construir una alternativa que no acabe repercutiendo en más beneficios para los hiperescalares [como se conoce en el sector a los Amazon, Microsoft o Google]”, continúa Martí, director de Innovación de OpenNebula Systems.
Soberanía tecnológica y economía
El proyecto no solo aspira a crear una alternativa europea a la tecnología de nube de las multinacionales estadounidenses. Su objetivo también es servir de tracción para generar una industria puramente europea en este sector que no se base en copiar el método de Silicon Valley sino en desarrollar uno propio.
Este es el motivo por el que ha recibido 3.000 millones de la UE a través de un IPCEI (Proyecto importante de interés común europeo, por sus siglas en inglés), el mismo vehículo de inversión que los 27 están utilizando para impulsar proyectos estratégicos como el del hidrógeno verde o la fabricación de chips. En el caso del IPCEI Cloud, el modelo económico se basa en potenciar la entrada de actores más pequeños que puedan dar servicios de computación en la nube apoyándose en la tecnología de Virt8ra.
“Permite la gestión de micro-centros de datos para empresas que tienen una gran implantación local, como centros comerciales o cadenas de tiendas. Eso es justo lo que no pueden hacer los hiperescalares porque no tienen esa penetración en el territorio. Las telecos, en cambio, sí, así como otras empresas que queremos que puedan utilizar esta tecnología para entrar en un mercado en el que hasta ahora no podían”, defiende Martí.
En este caso, la tendencia del mercado ya había anticipado este modelo de nube “de kilómetro cero”. Empresas como El Corte Inglés, Iberdrola, ACS o Lidl han empezado a invertir en el sector de los centros de datos en los últimos meses.
La presentación oficial de la primera versión pública de la tecnología de Virt8ra, tendrá lugar en marzo de 2025 durante la asamblea general del proyecto IPCEI en Polonia. Se trata de un plan alternativo a Gaia-X, un primer intento de crear una nube europea, pero que quedó en entredicho tras la entrada de multinacionales estadounidenses y chinas. Actualmente, está centrado en generar la estandarización y un marco regulatorio transparente para el ecosistema de la nube, más que en generar una infraestructura tecnológica sobre la que operar, como ha conseguido Virt8ra.
Independencia de grandes y pequeñas
Las peticiones de más soberanía tecnológica para Europa llegan estos días por parte de actores de todos los estratos. Esta semana, cuatro de las principales tecnológicas europeas se han reunido en Bruselas para lanzar una nueva iniciativa industrial y pedir más apoyo para la inversión en I+D. Se trata de Ericsson y Nokia (las multinacionales sueca y finlandesa que se centran ahora en desarrollo de infraestructura de telecomunicaciones), ASML (la empresa holandesa líder mundial en la fabricación de la maquinaria necesaria para hacer chips avanzados) y SAP (el gigante alemán del software empresarial).
“La competitividad europea ya está al borde del colapso”, ha advertido Pekka Lundmark, presidente y CEO de Nokia, señalando que el PIB real europeo es un 30% inferior al de Estados Unidos. Christian Klein, CEO de SAP, ha añadido la necesidad de reducir las cargas normativas y fomentar la digitalización en todos los sectores, mientras que Christophe Fouquet, CEO de ASML, ha enfatizado que tendencias como la inteligencia artificial, la computación generalizada y la transición energética están creando “nuevas oportunidades económicas que Europa no puede permitirse perder”.
Ante la inminente toma de posesión de Donald Trump y su estrecha relación con Elon Musk, Mark Zuckerberg o Jeff Bezos, la UE busca afianzar su independencia tecnológica a través de proyectos de código abierto e iniciativas para aumentar su soberanía. Proyectos como Virt8ra serán la prueba de fuego sobre la capacidad de la industria del continente para superar esos desafíos.