El veterano compositor, director y productor musical ha fallecido a los 91 años en su casa de Bel Air en Los Ángeles, según ha anunciado su familia.
Quincy Jones, director de orquestas de jazz, compositor, arreglista y productor musical, apodado desde joven “el padrino” por sus propios compañeros de profesión ha fallecido en su domicilio de Bell Air, en el área de Los Ángeles, a los 91 años de edad. Se va de este modo una de las grandes figuras que impulsaron el pop de raíz afroamericana desde finales de los 70 del siglo pasado.
Tal ve, fuera del ámbito anglosajón, la figura de Quincy Jones sea relativamente desconocida, en especial para las generaciones más jóvenes, pero si se mira hacia el making off de las mayores estrellas y de algunos de los discos más importantes de la historia del pop, su presencia es de una importancia vital. Por ejemplo, Jones fue el productor ejecutivo y musical de un disco tan fundamental como Thiller de Michael Jackson.
Pero también está detrás de Off the Wall, el estreno de Jackson en solitario y que está considerado uno de los trabajos más sampleados tanto por músicos de hip hop como de la música electrónica. Así, la influencia de Jones en la música del último tercio del siglo XX es fundamental para entender su evolución.
Primeros años
Para los amantes de los megaconciertos y las grandes causas benéficas, Jones también será recordado por ser uno de los promotores del legendario Live Aid, pero en especial por producir su la canción We are the world, en la que participaban todas las grandes estrellas del momento aportando su estribillo.
Pero la carrera de Jones arranca mucho antes de estas gestas de final de siglo, concretamente en la posguerra de la Segunda Guerra Mundial. Jones, nacido en 1933 en una familia afroamericana de clase media de Chicago, se reveló como un precoz genio musical. a los 14 años tocaba la trompeta en locales de blues y soul del área de Seattle y fue reclutado por Lionel Hampton para su big band.
A los 17 se desplazó a Nueva York, donde se relaciónaba con gente del be bop como Charlie Parker o Dizzy Gillespie, con quien gira por sudamérica, pero también colaboró con Miles Davis en un momento en que el cool jazz estaba en auge. Y también trató con otros mitos como el inclasificable Thelonious Monk, la cantante Billie Holiday o el proteico baterista Gene Krupa.
Mudanza a París y retorno en los 60
Pero la inquietud y el genio musical de Jones no se conformaban con su precoz carrera como virtuoso de la trompeta y le llevaron a mediados de los años 50 a mudarse a París para estudiar composición con el compositor de música clásica francés Olivier Messiaen. En la capital francesa se relaciona con otros grandes compositores norteamericanos como Leonard Bernstein y Aaron Copland.
Allí trabaja como director musical de la discográfica Barclay Records y también como compositor y arreglista para los artistas del sello. Con este bagaje, regresa a Estados Unidos en 1961 para crear su propia big band, con la que crearía algunos de los discos más importantes no solo del jazz de aquellos años sino también de la música ligera y de baile de las siguientes décadas.
De hecho, en los 90 y a principios del siglo XXI fue intensamente reivindicado por los productores musicales y prinicpales Dj de la música clubbing, en especial temas como su versión del Summer in the city, de los Lovin’ Spoonfull, que fue utilizado por artistas del Trip Hop como los Nightmares on wax.